Ken Smith
Ken Smith nació en Manchester en 1944 y pasó sus primeros años en Japón y Singapur, regresó a Colchester algunos años más tarde y a los diecisiete años comenzó su aprendizaje como carpintero. Fue aquí donde Ken descubrió y aprendió el respeto por las herramientas, la piedra y los materiales naturales.
A los veinte años, inseguro de sí mismo y buscando un sentido de dirección interior, Ken decidió vivir en convento franciscano. Permaneció con los monjes durante dos años viviendo con los hermanos. Mientras contemplaba si unirse o no a la orden, Ken asistió a una escuela técnica local, donde decidió estudiar escultura. Ken floreció en este entorno y, a su debido tiempo, su tutor le sugirió que se pusiera en contacto con Henry Moore. Ken le escribió al artista, adjuntando fotografías de algunos de sus trabajos, con la esperanza de que fuera aceptado como aprendiz. Henry Moore respondió amablemente, elogió su trabajo y sugirió que el joven Ken asistiera a la Escuela de Arte.
Prestando atención a este consejo, Ken se acercó a la Escuela de Arte Slade y presentó ejemplos de su trabajo al entonces Profesor de Escultura, Reg Butler. Le ofrecieron una plaza pero decidió no aceptar la oferta, ya que no había realizado ningún grado. En cambio, asistió a un curso básico en Walthamstow College of Art y comenzó a desarrollar su propia identidad como escultor. Durante este año Ken expuso en la Royal Academy y en varias galerías provinciales.
Ken continuó su educación artística en la Escuela de Arte de Bristol, donde estudió grabado y experimentó con varios tipos de material y obtuvo un título de Bellas Artes. Al irse, Ken buscó el consejo de Willie Soukop sobre qué dirección debía seguir. Soukop le aconsejó a Ken que siguiera su propio camino y siguiera su estilo escultórico característico, como era evidente en su trabajo. Ken se ha adherido a ese consejo durante los últimos cuarenta años, durante los cuales ha tenido la suerte de disfrutar de una serie de exposiciones exitosas de su trabajo, principalmente en Londres y España.
Ken está inspirado y motivado por su propia familia, la cercanía y el sufrimiento de varias minorías, tanto étnicas como sociales. El tiempo que pasó con los monjes franciscanos y sus años y trabajo social han llevado a Ken a explorar su espiritualidad en su escultura. Estos temas y la forma humana son prominentes en su trabajo, aunque a menudo de manera abstracta. El material principal en la obra de Ken es el propilante de color gris azulado y extraído en Devon. Es una piedra blanda, razonablemente fácil de tallar, y con muchas horas de pulido, proporciona a las obras un bello acabado.