COSSIOLS. EL TEMPS RETRATAT

En 1997 Toni Catany publica, en la colección «el mínimo» de la editorial estizo, el pequeño volumen Cossiols, que recoge doce fotografías realizadas en el mes de agosto de 1985 en Llucmajor, en la casa y el corral del calle del Purgatorio donde nuestro fotógrafo vivió los primeros años de su vida, hasta que fue a estudiar a Barcelona.
Hacía ya unos años que Catany vivía en Barcelona (desde los sesenta) cuando realizó estas fotografías de la casa natal, habitada ya sólo por la madre. Las imágenes nos muestran cómo era el entorno donde creció el fotógrafo, y donde debía producirse, años después, la serie Cossiols.
El hijo mantuvo en la casa, casi hasta el final de su vida, su habitación, con ventana hacia el corral, el mismo lugar donde el fotógrafo italiano Cesare Colombo la había retratado, años atrás, junto a su madre.

Catany retrata a menudo los rincones de su casa en Llucmajor. Esta reincidencia, que su archivo evidencia y documenta, se manifiesta en esta serie específica, datada del 2002, de unos macetas que cuelgan de las paredes del corral. Son sólo algunas de las muchas imágenes que llegó a producir, a lo largo de los años y durante sus estancias, sobre todo estivales, en la casa de la madre.
Estos macetas son fotografiados en su lugar habitual, sin composición y con luz natural, y la intervención de Catany se limita a la toma frontal y en un sencillo encuadre.

«Fotografiar» y «retratar» no son, en sentido estricto, sinónimos. Sí, retratar alguien puede ser fotografiarlo, si se hace con una cámara y no con un pincel, por ejemplo, pero la equivalencia sería común sólo en este sentido concreto. Ahora bien, al dialecto llucmajorer, y en la manera de hablar de Catany, abundaban en ambos términos utilizados como tales, y no era extraño oírle decir «hoy he retratado unos membrillos», o «tráeme aa Llucalcari que quiero retratar los pinos sobre el mar «. En el diccionario Alcover-Moll se recoge, aunque, un sentido figurado en que el verbo significa «reproducir o reflejar la imagen de algo», y que se ejemplifica con un verso de Tomás Aguiló bellísimo: «El mar es color del cielo retrata».