VIAJEROS (1877-1950)
Comisariada por Sergio Fuentes Milà
El viaje fue una de las prácticas más habituales de los artistas modernos. El anhelo por incorporar nuevos temas, ambientes y realidades fue clave en la evolución artística catalana desde la segunda mitad del siglo XIX. Los creadores buscaban las tendencias en auge, poder contemplarlas en directo, interactuar con artistas de éxito dentro del circuito internacional y, en algunos casos, hacerse un hueco en otros mercados artísticos como el de París, Roma o Madrid, tanto a través de los salones (los oficiales y/o los de carácter más alternativo) como de las galerías. Hemos de entender el viaje como un aprendizaje artístico en él mismo, así como una experiencia vital que abrió la puerta a una gran cantidad de posibilidades expresivas diferentes.
La luz del sur y la fantasía árabe; las excursiones para captar con verismo la vida rural o el viaje como portal para la introspección y la reflexión; la vida bohemia parisina, el simbolismo y la estética de los años veinte; la conexión con fórmulas pictóricas de las primeras vanguardias o los nuevos lugares como cantera para reinventar la figuración. El viaje se convierte en el leitmotiv de la exposición donde presentamos algunos de los casos más paradigmáticos de artistas viajeros relacionados con Sala Parés durante finales del siglo XIX y la primera mitad del siglo XX, con ejemplos paradigmáticos y obras a la venta provenientes de importantes colecciones privadas, muchas de ellas inéditas.