Ángel Mateo Charris
Cartagena, 1962
La obra de Ángel Mateo Charris siempre se ha vinculado a la idea del viaje. Su mirada es la de un explorador que avanza por la historia y el presente con el ánimo dispuesto a la sorpresa, uniendo puntos de vista a veces imposibles, combinando imágenes y conceptos hasta lograr composiciones extrañas pero a la vez familiares. Ha viajado por el Pacífico, el Sudeste Asiático, América y, por supuesto, Europa siguiendo los pasos de sus referentes y buscando también nuevos intereses. A través de una figuración de línea clara y colores vivos, el pintor da forma a imágenes concebidas como un collage de fuentes y contenidos a veces contrapuestos, donde juega con las conexiones entre realidad y fantasía a través del lenguaje pictórico.
La narratividad es un elemento clave en sus composiciones. Aparece a veces sutilmente y otras de un modo mucho más explícito. El comisario y escritor Selma d’Acosta habla de su obra del siguiente modo: «sus lienzos poseen algo cinematográfico, como de instante detenido. Nos sitúan en mitad de una historia que no conocemos y debemos imaginar». Esta cualidad la comparte con el realista americano Edward Hopper, un importante referente para nuestro pintor.
Ángel Mateo Charris es un artista consolidado con una trayectoria que le ha llevado a exponer en galerías, ferias y museos de todo el mundo. Su obra aparece en importantes colecciones, museos y fundaciones. Expone en Sala Parés desde 2015.