SOL

Sol es el título de un conjunto de paisajes pintados en Mallorca en el verano de 2020. Es el descubrimiento, para mí, de una nueva forma de representar la Naturaleza o lo que se ha venido denominando paisaje.

Después de años intentando abordar este género sin un resultado que me satisficiera, creo haber encontrado la manera. Hasta ahora, al estar pintando à plein air me encontraba inmersa en el tema (o en el propio paisaje) y me resultaba muy difícil escoger un punto de atención, aislar un fragmento u ordenar elementos en el espacio. El campo de visión sin fin, el despertar de todos los sentidos me invadía y superaba mi intento de dominar plásticamente el tema, de componer.

En esta nueva serie, tomo distancia por medio de una ventana o marco abstracto, a través del cual puedo volver a salir al espacio y al aire con más fuerza, canalizando y concentrando la emoción que produce la Naturaleza, aquello que se siente al estar al aire libre en el campo: el aire, el viento, el Sol sobre las plantas y los árboles, las sombras frescas proyectadas, la luz a través del ramaje… Territorio de sensaciones físicas, también olores y sonidos, y menos espacio mental para el análisis. Más bien una entrega a la temperatura del aire y al tacto de la luz solar.

Se produce entonces, con lo que uno tiene ante los ojos, una posición más bien pasiva, una materialización del «paisaje». Una experiencia, por otro lado, placentera. En el taller es la cabeza la que rige, la arquitectura de las ideas impera desde el comienzo hasta el final de una pintura y marca el paso de la obra. Es uno quien decide.

En el paisaje -en estos paisajes- finalmente ha sido el Sol el que ha decidido por mí, liberándome de la dureza de ese ejercicio mental.